lunes, 15 de septiembre de 2008

Mañana


Hoy tenemos casas más grandes... y familias más pequeñas.
Más comodidades y menos tiempo.
Más licenciaturas, pero menos sentido común.
Más conocimientos, pero menos juicio.
Tenemos más "expertos", pero más problemas.
Más medicina, pero menos salud.

Gastamos sin medida, reímos demasiado poco, conducimos demasiado rápido, nos enfadamos rápidamente, nos acostamos muy tarde. Leemos muy poco, vemos demasiada televisión, demasiado ordenador... Y apenas reflexionamos.
Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero reducido nuestros valores.
Hablamos demasiado, amamos muy poco, y mentimos con demasiada frecuencia.
Hemos aprendido a "buscarnos la vida", pero no a vivirla.
Hemos añadido años a la vida, no vida a los años.
Tenemos edificios más altos, pero temperamentos mas cortos. Autopistas más anchas, pero miras más cortas. Gastamos más, pero tenemos menos. Compramos más, pero lo disfrutamos menos.
Hemos ido a la luna y regresado, pero nos cuesta cruzar la calle, para saludar a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior.
Sabemos dividir un átomo, pero no librarnos de nuestros prejuicios.
Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar.
Tenemos mayores ingresos, pero no más moral.
Construimos más y más ordenadores, para guardar más y más información, pero tenemos menos comunicación.
Estamos largos de cantidad, pero cortos en calidad.
Son tiempos de comida rápida, y digestiones lentas, hombres altos, con poco carácter.
Más entretenimiento, pero menos diversión... Más tipos de alimentos... pero menos nutrición.
Dos ingresos... pero más divorcios. Casas estupendas, pero hogares rotos.

Te propongo: No dejes nada para "una ocasión especial", porque cada día que vives, lo es.
Busca el conocimiento, lee más, sientate en el porche y admira las vistas, sin poner atención a tus necesidades.
Pasa más tiempo con tu familia, y amigos. Come tus comidas favoritas, y visita los lugares que te gustan. La vida es una cadena de momentos de disfrute, no todo es supervivencia.
Ponte tus mejores galas, y no guardes tu mejor perfume, usalo, cada vez que quieras y lo sientas.
Elimina de tu vocabulario "Uno de estos días" o "Algún día".

Cada día, cada hora, cada minuto, es especial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

desde que empezamos a vernos me has llevado a cursos y me has iniciado en la lectura, leo el periodico como tu en el primer cafe. gracias. Mary