jueves, 11 de septiembre de 2008
Merci
Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina, y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que solo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé.... si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable...
pero nunca fuí tan consciente de mi existencia como ahora; nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfrute tanto de cada momento de mi vida.
Descubrí que no soy la princesa de tu cuento de hadas; descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas.
Descubrí que puedo permitirme el lujo, de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder, quizás, a las expectativas de los demás.
Y, a pesar de ello, quererme mucho, y aún, de amar, de sentir, de vibrar.
Cuando me miro en el espejo, ya no busco a la que fuí en el pasado... sonrió a la que soy HOY....
me alegro del camino andado y asumo mis contradicciones.
Me interesa ser yo, aquí y ahora!!!
¡Que bien, no sentir el desasosiego que produce correr tras los sueños!
¡Que bien, poder disfrutar del silencio y de los pensamientos!
¡Que lindos son los recuerdos y sonreír tras ellos!
La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse.
Por eso trato de vivirla plenamente.....Como si hoy fuera el ultimo día, gozando cada minuto, cada momento, cada un te quiero, cada rayo de sol que me acaricia.
Y tan solo puedo decir, merci, por todas estas maravillas.
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