Comenzando el mes

Sinceramente si este mes que comienza, se presenta como el que acabo de cerrar, necesitaré unas vacaciones.
Esta semana ha sido emblemática, no solo porque hemos estado, sin nadie que nos dirija, sino que l@s nuevos directivos nos eran del todo desconocidos, y ya se sabe, lo desconocido crea algo de temor, y la crisis a nosotros también nos llega. Los días han sido largos y espesos, reuniones, presentaciones, proyectos, ideas, recursos, ...... y que no se olvide el cierre de la memoria.

!mi casa.....! totalmente descuidada, pero no por eso he dejado de verme con los amigos, la vida hay que vivirla intensamente.
Por eso empezamos el viernes. día lluvioso y de compras, y la noche que a otros deja en casa, nosotros con paraguas y achuchaditos de dos en dos salimos de vinos, y confieso que al final me tendré que aficionar a esta bebida tan deleitada por todos los que conozco y que a mí no me termina de gustar. Y las 4:00 horas, creo que buena hora para dormir, aunque poco, porque el despertador tocó y hay que comenzar, sábado de nuevo llueve, los hombres y mujeres del campo tienen que estar felices y a nosotros no nos amilana, cogemos el coche camino de la Alpujarra, primera parada Pampaneira, y como no hay que visitar la Bodeguita, el agua corre calle abajo como un riachuelo, pero al igual que nosotros hay también más locos, vino de la tierra, jamón y queso, seguimos camino, y sigue lloviendo y llegamos al cortijo de Mecina Fondales, esperamos mesa y claro el día estaba para un puchero de hinojos, y demás cosas de la tierra, el café y el pacharán del lugar lo tomamos en Pitres y ya de regreso, con la lluvia de compañera incansable de viaje llegamos a Bubión, a colaborar con la Feria de Visitante, y en la plaza fuimos recibidos por el mismísimo alcalde que nos deleito, con el abrigo de un chupito de anís dulce, mientras se asaban las castañas el los fuegos de la Plaza, ni el frío ni la lluvia, alteró el Día de la Castaña, niños y mayores, concentrados bajo el campanario y resguardados con chubasqueros, fuimos catando los distintos manjares que da la tierra y ya de regreso, con los bajos de los pantalones mojados, llegamos a casa, una ducha caliente, y el sillón, bendito sillón del descanso.
Y por fin Domingo, desayuno en casa y de nuevo listos para salir, hoy nos toca comer arroz con bogavante, receta típica marinera, pero nos la comimos en el restaurante Ruta de Lorca, invitación de Diego a cargo de un amigo Nicolás, el se la perdió; lo regamos con un rioja de Albricias, y como la suerte acompaña a la hora de pagar, mi buen amigo Diego, me comenta que como mi pareja no había podido ir, nos tenemos que volver a reunir a comer otro arroz (invita la casa).
El café, mejor ni lo cuento, pero a las 19:00 pm, llegue al ordenador, hay que trabajar y tengo que preparar el módulo del master.
Y hoy empiezo el mes, pero la semana esta será muy cortita pues llega llena de sorpresas, ya os contare.

Y de todo esto, me quedo con la compañia de mis amigos Reme, Antonio, Rafi y yo.